Como parte de las actividades por el Día Internacional de los Museos, el pasado 16 de mayo se congregaron en la Sala Maruja Monteverde del Museo Guayasamín (Quito) más de 50 personas entre académicos, estudiantes y público invitado al Conversatorio Cultura de Paz, Derechos Humanos y Pueblos Originarios. En un espacio representado por el arte y la academia, el evento acogió un intercambio de ideas y experiencias desde una perspectiva multidisciplinar en el que el foco se centró en el compromiso del artista.
En primer lugar, el docente investigador de la Universidad Metropolitana del Ecuador (UMET), Iñigo Mejuto, hizo un repaso sobre el proyecto de vinculación con la sociedad: Zubiak Ahotsak. A través de un breve recorrido de los dos viajes que han tenido como objetivo unir la academia, el arte y las organizaciones sociales, dentro de la estrategia de internacionalización de la UMET, Iñigo Mejuto presentó la creación de la Red de Investigación Acción Bakea Abya Yala (RediaBAY): “Ahora nos toca a todos y todas tejer redes para consolidar las experiencias recogidas”. En este sentido, RediaBAY se conforma como “una red de apoyo a la investigación y promoción de los derechos humanos, pueblos originarios, cultura de paz e integración latinoamericana entre varias universidades, organizaciones sociales y centros culturales como resultado del proyecto Zubiak Ahotsak”.
Asimismo, la Dra. Cécile Mouly, profesora investigadora de FLACSO Ecuador, compartió sus experiencias sobre formación en Cultura de Paz en la provincia de Esmeraldas a partir de los programas de Periodismo de Paz, como parte del trabajo desarrollado en el grupo de investigación de Paz y Conflicto.
“Siempre voy a volver. Mantengan encendida una luz”. Con esta frase célebre del maestro Oswaldo Guayasamín y rememorando los actos previos por los 100 años de su nacimiento, el docente investigador de la Universidad Central del Ecuador y artista plástico, Luis Alberto Ruiz Saavedra, arrancó su intervención. Desde una visión antropológica, hizo una narrativa de la historia y las identidades de los pueblos originarios en el continente americano para luego dedicar un homenaje a la mujer latinoamericana. Esto será en la Sala Joan Miró de la sede de la Unesco en París a través de la exposición de La Otra Jungla o El Otro Grito, una obra que contará con el compromiso del artista cubano-ecuatoriano.
Por último, el colectivo YAMA, representado por Carlina Derks y Natalia Ortiz, mostró su trabajo en los ámbitos de la gestión cultural, el arte y la comunicación social y audiovisual. Para Natalia Ortiz, uno de los enfoques principales de YAMA es recuperar la memoria desde un punto de vista ejemplar en el que la academia y el arte se fusionan en un compromiso con las comunidades donde trabajan. Asimismo, el conversatorio cerró con una performance interpretada por Carlina Derks, que deleitó al público presente y que forma parte de la obra teatral Memorias de agua, con el fin de reflejar la herramienta del arte como medio de expresión y diálogo.