Con motivo del Día Mundial de la Salud Visual que tuvo lugar el pasado jueves 11 de octubre, la Dra. Tania Fonseca, Directora de la carrera de Optometría nos acompañó en el espacio de UMET Entrevistas de Radio UMET para conversar sobre la ceguera y la discapacidad visual, concretamente, sobre las cataratas, causa principal de ceguera en el mundo.
La Dra. Fonseca nos habló de las cataratas, que es la pérdida de transparencia del cristalino, la lente natural del ojo que se encuentra detrás de la pupila y que permite enfocar a diferentes distancias. A través de esta lente pasan los rayos de luz hasta la retina y allí se forman las imágenes. Por ello, cuando el cristalino se opacifica e impide el paso nítido de la luz a la retina, el paciente sufre una pérdida progresiva de visión.
Además, recalcó que más de un 80% de las cataratas están relacionadas con la edad, ya que el envejecimiento es el principal responsable de esta patología. Sin embargo, es un error pensar que la catarata solo se da en gente mayor, ya que también puede presentarse desde el nacimiento o verse propiciada por diferentes factores ajenos a la edad:
- Condicionantes genéticos
- Traumatismos
- Enfermedades oculares, como la alta miopía o la uveítis
- Enfermedades del organismo, como la diabetes, la obesidad o la hipertensión arterial
- Consumo de ciertos fármacos, como los corticoides
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Así también afirmó que existen algunos fármacos como gotas, ungüentos, pastillas o incluso dietas especiales o ejercicios oculares, que provocan un retraso en la aparición de este envejecimiento ocular, pero no se recomienda, ya que la catarata senil va a aparecer irremisiblemente, como expresó la Dra. Fonseca:
“El único tratamiento realmente efectivo es la cirugía. Esta técnica consiste en extraer el cristalino opaco. Se realiza con ultrasonido, con el cual se hace una pequeña incisión de 3 milímetros por encima del ojo. Luego se elimina la catarata, y por la misma herida se coloca una lente intraocular de acrílico plegable que reemplaza el cristalino opaco. Como la herida es tan pequeña, no causa dolor alguno, ni necesita de puntos”.
En general, las personas que presentan una catarata pueden determinar cuándo desean que se la extirpen quirúrgicamente. Cuando la persona se siente insegura, incómoda o es incapaz de realizar sus tareas, probablemente sea el momento para la cirugía: “No tiene ningún sentido someterse a la cirugía antes de ese punto”, sentenció la Dra. Fonseca.
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